El Primer Reparo o Mantenimiento de Mantos Asfálticos es un proceso crucial que tiene como objetivo extender la vida útil de la impermeabilización existente y eliminar los puntos de filtración antes de que sea necesario reemplazar completamente el sistema.

Se recomienda realizar esta intervención cuando el manto asfáltico comienza a mostrar signos de deterioro como grietas superficiales, cristalización del material bituminoso, levantamiento o despegue en los traslapos (uniones de los rollos) y el desgaste de la capa de protección superior (arena, gravilla o foil de aluminio).